“¡Oh, Naturaleza! No aspiro a ser lo
más alto en tu coro, a ser un meteoro en el cielo, o el cometa que pueda
deambular en lo alto; sólo un céfiro que pueda golpear entre los juncos río
abajo; dame tu lugar más íntimo dónde corra mi estirpe etérea. […] Porque
prefiero ser tu hijo y discípulo, en el salvaje bosque, que ser el rey de los
hombres en otro lugar, y el más cuidadoso y soberano de los esclavos para tener
un momento de tu amanecer, que compartir un año de desesperación en la ciudad.”
Fragmento
de Walden, la vida en los bosques de Thoreau.
Oikos
que significa hogar y logos que es
estudio, son las raíces de la palabra ecología, definiéndose formalmente como
el estudio científico de los seres vivos y su ambiente, pero la ecología es más
que esto.
Partiendo de su definición, sería lógico
decir que la ecología existe por esos hombres curiosos que observaron a las
plantas y los animales, los describieron y los clasificaron; también aquellos
que miraron el cielo o se sumergieron en mares y ríos para obtener conclusiones
científicas. Hoy en día, son parte también de la ecología autores, pintores y
cineastas que mediante el arte han dedicado sus obras a la naturaleza. No sólo
ellos forman parte de esta ciencia, sino también movimientos ambientalistas con
sus bien conocidas exhortaciones, industrias de todo tipo, desde la textil
hasta la automotriz, en el ámbito escolar como en el político.
La
naturaleza ha provisto al hombre de condiciones favorables para su
subsistencia, a pesar de esto el hombre, como muchas otras especies, ha
evolucionado a lo largo del tiempo. Lo que diferencia la evolución del hombre
con la de otros animales o seres vivos es que la especie humana es la única que
ha transformado al planeta de manera tal, que se convierte día a día en un
hábitat menos confiable.
Según
la termodinámica, la entropía (medida del desorden) del Universo siempre va en
aumento, no haciendo excepción de esto la Tierra. Si aunado a factores
naturales el hombre intenta adaptar el medio a sus comodidades (cuando debería
ser lo contrario: adaptarse al medio), se estará acelerando este proceso
fisicoquímico irreversible.
La
presencia de la mano del hombre en cambios desfavorecedores de la Tierra es
notoria en problemas como: el hoyo en la capa de ozono, lluvias ácidas cada vez
más frecuentes, y la ya conocida emisión de dióxido de carbono causa del
calentamiento global. Sin mencionar terremotos, huracanes, tsunamis y otros
desastres naturales que, aunque su causa no es directa responsabilidad del
hombre, éste juega un papel muy importante.
La
ecología por medio del ecologismo (movimiento que propugna la defensa de la
naturaleza) ha tenido personas que, preocupadas por drásticos cambios en el
ecosistema buscan mejorar o disminuir en la medida de lo posible la
contaminación debida a la presencia humana. Desde el siglo XX la presencia de
estas personas ha sido más evidente con la creación de organizaciones
mundialmente conocidas como: WWF, Greenpeace, Oilwatch y PETA por mencionar
algunas. Las maneras son diversas: documentales, cine, literatura, congresos, salas
de arte y hasta teatro, pero el objetivo generalmente es el mismo:
concientizar.
Actualmente,
el ecologismo es tema de moda. Las exhortaciones en un principio de buena fe se
han convertido en bombardeos psicológicos a través de medios de comunicación.
La política junto con otras ciencias aprovechándose de este tema, del que toda
la gente sin necesidad de conocimientos especializados debería estar
consciente, ha hecho uso para beneficio propio. Es así como se ha creado el
término “greenwashing” empleado para describir la práctica de ciertas compañías
que, al darle un giro a la presentación de sus productos y/o servicios intentan
hacerlos ver como “respetuosos del medio ambiente”.
Las
empresas suelen recurrir al greenwashing por varias razones; una de ellas es el
señalamiento por parte de la sociedad respecto de sus malas prácticas; otra es
que en la actualidad, los productos emergidos de auténticas políticas y
programas de responsabilidad social están encontrando buena respuesta por parte
de la comunidad. Es entonces que, tratando de sacar ventaja de esta nueva
tendencia, algunas marcas simplemente se maquillan para lucir como “amigables
con el medio ambiente” sin serlo necesariamente. Cabe resaltar que las etiquetas
o leyendas usadas por empresas de greenwashing son mercadológicamente muy
atractivas, es decir que la sociedad se inclina por productos ecológicos.
Lo
mencionado en párrafos anteriores son las diferentes caras que se pueden
encontrar en la ecología, mostrándola como algo más que una ciencia a la que
sólo se le estudia. Muy a pesar, también son facetas de la ecología los de
empresas que pintan de verde sus negros negocios; países tramposos que se
niegan a cooperar con acciones en favor del medio ambiente; propaganda
políticamente incorrecta y muchas cosas más.
A
pesar del lavado de cerebro de medios de comunicación por tener productos
“eco”, se debe tener a consciencia que el 99.9% de todas las especies que han
existido en el planeta ya se extinguieron, la población humana está en el 0.01%
de las especies que han sobrevivido hasta ahora. El hombre no está exento de
desaparecer del universo que fue construido para él.
Concluyo
pues con una idea de Borges que dependiendo de la interpretación se podría creer
que : “El sentido de la naturaleza es algo nuevo, que no existió antes de los
románticos. Los antiguos no lo tenían. Pensemos en las Siete Maravillas del
Mundo. Para un griego o para un romano, por ejemplo, los Alpes eran horribles.
A Dante la selva le parecía espantosa.”
Jorge Luis Borges.