Hoy es un día celebrado a las madres. Obviamente es un día representativo porque cada día deberíamos celebrarles.
Aunque quisiera, no tengo la capacidad de crear poesía, así que sólo me expresaré tal y como mi mente puede, aunque las palabras se queden cortas a lo que mi corazón dice.
Me separan unos 300 kilómetros de ella pero cada día me siento más cerca.
Mi madre es una mujer tan fuerte y tan sensible al mismo tiempo, creo que después de la vida, tenerla es lo que más le debo a Dios, y no por no querer gastar dinero, lo que regalaré a mi madre es una misa.
Mi mamá es quien puede causarme gran felicidad con tan solo sonreírme, abrazarme o besarme, pero también puede causarme la mayor tristeza al verle triste.
No existe nada de lo que pudiera quejarme, para mi, ella es simplemente perfecta.
En la foto de la izquierda estoy con ella, el día que me gradué oficialmente de la preparatoria y así, cada paso que doy, cada logro que obtengo e incluso en cada tropiezo, le pienso, porque siempre es mi inspiración. A veces pienso en la maravilla de ser madre y entre más pienso más me doy cuenta de que quizá yo no sea apta, porque igualar la belleza de esta persona, por no decir ángel, es casi imposible.
Una vez alguien dijo que para ser padre/madre se tenía que preparar 20 años antes de tener hijos, no sé si mi madre tomó algún tipo de preparación, aunque con el ejemplo de mi abuela no hubiera sido necesario, pero definitivamente es la mejor madre del mundo. Su hermosura física es solo un mínimo de su hermosura interior, está claro de que no podría ser más bella.
Mamá eres el más grande regalo que Dios me ha dado, eres la inspiración que me mantiene de pie, eres la mejor protectora y me apena mucho no tener cómo pagarte todo lo que eres para conmigo, seguiré intentando cada día de mi vida ser mejor persona, de algún modo puede que logre saldar una milésima parte de la deuda que te tengo.
Te amo madre y siempre te amaré.
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